Los invidentes disponen desde hace mas de medio siglo, de la escritura braille, en la que cada signo alfabético esta representado por una combinación de seis pequeños relieves. El lector ciego los recorre al tacto con la yema de los dedos. La desventaja de los libros confeccionados con este sistema estriba en su volumen y peso: un libro de bolsillo de 150 gramos pesa, en su versión braille, doce kilos.
Por ello, parecía lógico que las lineas de textos en braille se reprodujesen con un aparato electromecánico solo en el momento de la lectura, almacenando codificada la restante información del texto. Una empresa de Berlín Oeste acaba de fabricar un aparato semejante con ayuda del ministerio federal de Investigación. El aparato se compone esencialmente de dos componentes: una especie de cassette adaptada, y una linea braille electromagnética que puede reproducir hasta 32 signos. Los relieves son sustituidos por pequeños puntos que se alzan electromagnéticamente. El aparato (BRS 76) esta equipado con teclas de control que permiten reproducir, linea por linea, la información acumulada en la cassette.
Todo el conjunto cuesta unos 8.000 marcos, alrededor de 300 pesetas.
El método se complementa con un programa computarizado para la conversión automática de la escritura normal en braille, pero esta variante todavía se halla en vías de perfeccionamiento en la Universidad de Munster. Con su ayuda, los invidentes que pueden leer el braille obtendrán al instante información de la máxima actualidad.
Muy interesante Año 1 Num 1
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